RONDA

Fotografías del Tajo de Ronda

SERRANÍA MALAGUEÑA

Días claros, noches de luna
en la serranía de Ronda,
se oye cantar los grillos
entre el pasto y las piedras
y el cárabo posado en su
olmo en la alameda.

Un camino hacia delante,
que va cruzando la sierra
un berrueco en el sendero
hace angosta la cuesta,
un pinsapo con la brisa
se abanica en la ladera.
Un pueblo blanco que duerme
a lo lejos en la cuesta,
es; la serranía de Ronda
es; la sierra malagueña.

Un castillo asentado
en lo alto de la loma,
a la sombra de unos riscos
que dan protección y sombra.
En el ajimez más alto
de la torre de defensa,
hay una mora que llorando
por el cristiano que adora.

En una calle muy estrecha,
una ventana está abierta
tras de las filigranas de la reja
sentada ante su espejo
se peina la gitana malagueña.

Una cima y otra cima,
una dehesa y otra dehesa.
Un pueblo blanco que duerme
es el guardián de la vega.

Mañana será otro día,
y quizás pronto despierta
esa ladera dormida
en el tajo de la sierra.

Noches largas lunas llenas
donde rilan las estrellas.
Lunas claras, lunas nuevas.
Hoy no hay mocita en el baile,
ni hay vieja que hoy se duerma
dicen que ronda las calles
José Ulloa Tragabuches
que ha bajado de la sierra.

Las calles están vacías
el cielo lleno de estrellas
y tras de las filigranas
de una reja malagueña
espera una moza gitana
que se deshace en amores
por el rondeño que sueña.

El bandolero sueña:
Sueña con dejar el campo.
Sueña con dejar la sierra.
Sueña con vivir en Ronda.
Sueña con casarse con ella.
Sueña con besar los labios
de la gitana rondeña.

José Ulloa Tragabuches 1780-1817 aunque nació en Arcos de la F. vivió en Ronda y llegó a tomar la alternativa como torero en Salamanca, aunque un accidente cuando acudía a torear a Málaga le hizo volverse a casa donde encontró a su compañera la bailarina María La Nena con su amante en la cama, al amante lo mató y a ella la arrojó por el balcón bajó a la calle la arreglo el vestido y escapo al monte para vivir su vida como bandolero.