1º Día. Villoslada de Camero. Ruta de las Esculturas - Ermita de la Virgen de Olmos de Orios - Villoslada.
Visita a la Virgen de Lomos de Orio.
Ermitas que se esconden en lo recóndito de la sierra.
Caminos que no saben hacia donde caminan,
y la nieve oculta de ellos su entidad y sus señas.
Senderos que hienden las empinadas cuestas
mientras que los pinos duermen bajo mantas blancas,
bajo nieves densas.
Esculturas que juegan al escondite
con los qué verlas esperan.
Día de nevada, donde nadie sueña,
unos que caminan otros, que esperan.
Por esos pinares esbeltos que las nieves mudan,
caminamos despacio buscando a la Reina.
¿Camino, dónde tú nos lleva?
¿Dónde tú terminas?
¿Por qué tú te escondes, bajo la nieve espesa?
Quizás sea la Virgen de la ermita aquella.
Aquella que está, oculta en la sierra.
Quizás sea nuestra amiga,
quizás; la virgen sea;
nuestra experta guía.
Quizás; ella sea;
quien por nos vela.
Camino que lleva a la ermita aquella,
camino que duermes bajo nieve densa.Camino;que en miedo del bosque
te escondes y sueñas.
2º Día. Vinuesa vuelta al La Cuerda del Pozo por la Cañada Real y La Muedra.
Visita a La Muedra.
El puente romano bajo el agua duerme,
y duerme a la espera que un día despierte
la antigua Cañada. La Cañada vieja.
Sueña a que llegue el estío y respirar pueda.
Recuerda de antaño aquellos pastores
sus grandes mastines y torpes ovejas.
San Mateo mira a quienes camina
subiendo la cuesta, La Cañada Vieja
y los altos pinos albares el agua contemplan.
Nosotros subimos contemplando el agua,
espejo inmenso en el que se peinan,
Picos de Urbión y La Cebollera.
Sin que nadar jamás ella pueda,
jamás deja el agua donde se refleja,
la torre aquella, de la vieja iglesia.
Iglesia de ese lugar, que un día fue;
La Muedra; La Muedra.
Atrás va quedando el viejo camino,
los robles añosos, los pinos que sueñan
la vieja cañada hoy casi olvidada
carente de canto de ovejas.
Nosotros nos vamos camino a Vinuesa.
Visita al sabinar de Calatañazor.
Abejar duermes, aún no despiertas,tus campos helados, tus calles desiertas
de tus carnavales aún; sus ecos resuenan.Ecos por tus calles, de noches en velas,
cantares y risas, noches de verbenas,
carnavales sueñas.
Ya cerca, muy cerca en su casa ermita
sentada en su trono alguien nos espera,
la Virgen que dicen, del Camino dueña.
Nosotros seguimos subiendo la cuesta,
las viejas sabinas unas juntas a otras
nos muestran en sus troncos,
viejas cicatrices de añejas guerras.
El bosque se abre al tiempo que suena
el hielo que quiebra debajo las suelas
de pesadas botas que pisan su tierra.
Lejos no muy lejos Abejar espera,
a que regresemos animar sus fiestas.
Abejar es; pueblo acogedor
para aquel que llega,
y nunca serás en él tú un extraño,
si en él tú te hospedas.
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