Elegía A RAMÓN LINARES. (montxo)
Siempre estarás con
nosotros,
por estos montes ciclando,
en cada fuente un respiro,
en cada charca un baño.
Y cuando no te veamos,
miraremos hacia abajo
y en esas cerradas curvas
veremos;
un bañador amplio, amplio
una camiseta blanca
con las axilas en largo,
un gorro blanco de algodón
que lo usas como casco,
un pedalear tranquilo,
un hablar parco y pausado.
Porque tranquilo eras tú,
y tranquilo era;
tu caminar y tu tranco.
Nosotros;
Alfonso y yo,
seguiremos
pedaleando
y en cada
curva veremos
las
huellas que has dejado.
En cada
recodo tu sombra,
y en el
polvo y en el barro
las
huellas de tus neumáticos
y el rastro
de tus zapatos.
Contigo
caminaremos,
contigo
siempre soñando.
Amigo
Ramón Linares,
tú que
siempre diste tanto,
sigue tú
pedaleando
en el
cielo de los justos
donde
están los que soñaron
y esos
senderos y rutas
síguelas
pedaleando
que un
día contigo iremos
a esas
rutas, travesías e itinerarios.
Y tú
amigo Ramón;
tú; nos
las irás mostrando.
Te
echamos mucho de menos,
y
seguiremos;
tu
presencia añorando
y siempre,
esperamos encontrarte
en cada
curva esperando,
en cada
fuente bebiendo,
en cada
charca bañando.
Ramón,
amigo Ramón,
hace nada
que te has ido
y mucho,
mucho, mucho,
nosotros
te añoramos.
Para
despedirme de ti
a mí me
faltan palabras
para
poder expresar
lo que
siento en mi alma.
Ramón
Linares te has ido,
como se
va el que ama
mirando
siempre adelante
sin
esconder la mirada.
Tú que
eras un hombre austero,
que
amabas con el corazón
y el alma,
para ti
tus hijos;
siempre
fueron los primeros,
y a tu
esposa Antonia,
más que
amarla tú a ella,
la adorabas
y venerabas.
Ella
siempre presente estaba
en tu
mente, en tu corazón y alma.
Antonia
estaba presente
en cada
frase y palabra
que tu
boca pronunciaba.
Yo nunca
conocí a nadie que tanto,
tanto a
una mujer amara.
Ramón
espéranos en la Gloria
amigo de
mil ratos y mil batallas
márcanos
bien los caminos
para
cuando a Dios le plazca.
A RAMÓN LINARES
Ahora tú
subes a otros montes
recorres nuevos
senderos
otros caminos
inéditos,
donde el
calor no es problema,
donde el
polvo, ya no es,
tu más
fiel compañero,
ni el ir
solo a ti te importa.
Todos,
todos vamos junto a ti
por esos
y otros senderos.
Recuerdo;
porque recordarte es;
desde hoy
nuestro consuelo.
Digo
recuerdo y rememoro,
como
subíamos contigo
este muy
duro Marchante
que
tantas veces subimos
intentando
doblegarle
y aunque sí
lo conseguimos
él sigue
imperdurable.
Recuerdo
la fatiga y el cansancio
de la
subida de la Cueva,
ese calor
asfixiante,
el
cansancio y la brega,
los
espinos del camino
y la
infinidad de piedras
que
siembran este camino.
Recuerdo
tus cabalgadas
desde
Madrid a estas tierras,
siguiendo
viejos caminos
de
herraduras y de recuas.
Eras tú
Ramón Linares
un
caballero sin tierra,
tus
tierras son: los caminos
y
senderos
que no
saben de fronteras.
Sigue tú
amigo mío, sigue;
descubriendo
los caminos
de la
Gloria,
grábalos
en tu GPS
para que
nunca se pierdan
y un día
quiera Dios que muy lejano él sea,
podamos
seguir tus huellas
por esos
nuevos senderos
en que tú
ahora te adentras
montado,
en tu bicicleta etérea.
Descansa
en Paz Ramón Linares,
que solos
nos has dejado
y entre
tu rueda y la nuestra
ha
quedado un vacío
que
llenarlo no hay quien pueda.
Descansa
en Paz, amigo mío
que bien
mereces la Gloria.
Que
siempre nosotros iremos
siguiendo
las huellas nuevas
que en
los caminos del cielo
tú nos
dejas, tú nos dejas... Rodriguezrodri. Sept. 2015.
1 comentario:
Querido amigo:
Mi sentido pésame por la pérdida de tu amigo y compañero de aventuras.
Tu dolor y el dolor de todos los que compartieron con él, debe ser grande, muy grande, pero Dios lo necesitaba y lo llamo.
Ahora, como dices tú, en tus dos maravillosos poemas (Donde se refleja ese dejo tan hermoso de la poesía española) Solos, con sus recuerdos y en su recuerdo, deben seguir escalando los caminos agrestes y solitarios de tu amada patria.
¡Adelante amigo! Lleva su bandera y en cada curva del camino, por donde juntos pedalearon, mirando al horizonte, déjale un suspiro, un recuerdo, o una flor.
Que siga siendo el primero en partir, para que siempre, los guíe en el camino y donde lleguen, sea siempre, el que los reciba, con los brazos abiertos, para celebrar el logro de cada uno de sus amigos y compañeros.
Tu dolor, es mi dolor y te comprendo a ti y a todos los demás: Familiares y amigos.
Un gran abrazo, tu amiga Eva
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