Hola David cariño mío.
Hace ya días que las aves emigraron
a lugares menos fríos,
y nosotros nos quedamos
contemplando los árboles
con sus nidos olvidados y vacíos.
Ya
los campos van tomando
su tono de los delirios,
intentando engañar al otoño
con colores y espejismos.
Los
días van cambiando,
por las mañanas los campos
se muestran muy bien vestidos
por la escarcha y el roció.
Las
nubes van envolviendo
las cumbres de las montañas
con sus capotes de gasas
del blanco al gris teñidos.
David
el otoño ya se escapa
de él, se apoderó la nostalgia
las lluvias, tristezas y frío.
Y nuestras verdes montañas
ahora ya visten de armiño.
También
nuestros corazones
por el dolor y las penas
muchos de ellos vencidos
cubiertos por la tristeza
llorando sin encontrar un consuelo
por lo mucho que han
perdido.
Viven en un permanente otoño
que el invierno ya ha vencido
La tristeza y el dolor habitan
en sus corazones heridos.
David mi amor, tu ausencia
nos ha invadido.

