es el tiempo el que marca
en nuestro vivir presente.
en silencio como siempre
él no pronuncia palabras
ni con nadie se detiene.
Es el tiempo el que no habla
nadie, sobre él potestad tiene,
él camina en solitario.
Nunca mira hacia atrás.
El tiempo tiene un destino
y hacia él transita y va.
Vuelvo mi vista atrás
para ver si tras de mí
alguien en pos de mí va o viene,
y tras mis pasos yo veo
un camino solitario
que caminantes no tiene.
Antes cuando yo aún caminaba
en el tiempo y a mi suerte,
por los caminos que andaba
transitaba mucha gente.
Gente que seguía mis pasos,
gente que eran y son;
mi pasado y mi presente,
gente que miraban al futuro
que es, el ancho horizonte.
Gente que aún soñaba sueños
donde proyectos e ilusiones,
crecen, cada día crecen.
Yo, aún tenía un futuro,
en el que los sueños crecían,
y eran realidad de vida.
En mi mente había sueños
que con el paso del tiempo
se olvidaron de la vida.
David son ya casi dos años
y en que sueños e ilusiones
deambulan en los senderos,
que no tienen un destino
y carecen de ese oasis que es;
refugio, de amigos y caminantes.