tan dura y tan agreste,
tan enigmática y bella.
En mi vida hay secretos
escondidos en los desiertos.
Un amor no declarado.
Un pecado que me pesa
cual losa de mausoleo.
Yo quisiera mi secreto liberarlo.
Gritarlo a los cuatro vientos.
Pero mi voz enmudece,
cuando lo intento, no puedo.
Necesito un oído para oír,
que sepa escuchar silencios,
y un corazón grande, grande,
que perdone sin recelos.
Dónde encuentro yo ese amigo,
que tenga lo que yo quiero,
oídos para escuchar el silencio
y un corazón tan inmenso,
que perdone pecados;
pecados sin conocerlos.
No tengo amigos íntimos.
Ni tengo almas gemelas
que soporten,
una parte de mi peso.
Estoy muy solo en el mundo.
Nadie sabe que lo quiero.
Mi vida es un mar de piedras
dura, agreste, impasible
y a la vez bella y de ensueño.
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