... DE VERANO.
La tarde estaba
radiante
con el sol
sobre su carro
con sus
caballos de fuego
que lo están
arrastrando
recorriendo el
amplio cielo.
Tras los montes
más altos,
se asoman altos
castillos,
penachos de
algodones
con sus
torreones negros
que los montes
hacen pequeños
y oscureciendo
el cielo.
El ambiente es
de sofoco
se escucha;
el respirar de
los pájaros
y a una tórtola
solitaria arrulla
en la rama de
un manzano.
Los montes de
alrededor
se cubrieron
con su manto
y tras esas
densas nubes
su verdor, se
ha vuelto grisáceo.
Una lluvia
fina, fina
va vistiendo de
charol
el negro y
sucio asfalto
y las gentes van
corriendo,
van desaguando
los charcos.
La lluvia, el
ambiente
ha refrescado
En el parque
bajo la copa
de un olmo,
los novios se
han cobijado
y aprovechan
para besarse
y agarrase de
la mano,
mientras el tul
de la lluvia
su amor nos va
velando.
La lluvia cae
lentamente,
esa lluvia de
verano
que de
improviso ha llegado.
Lentamente,
la lluvia cae
en el parque
y parece que
con ella
nosotros, no
nos mojamos.
Llueve; está
lloviendo y es; verano.
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