14 abr 2020

EXTRAÑO AL MUNDO QUE...

...TANTO Y TANTO AMO. 

Siento sobre mi pecho 
la angustia en la que vivimos, 
el miedo que no expresamos,
pero que tanto sentimos 
y los potentes latidos 
de un corazón alterado 
por lo que somos 
y por lo que ahora sentimos.

Los días son dilatados, 
las horas son, como días 
y los días meses son:
y los meses son ahora, 
años que nunca terminan.
Años que carecen de estaciones, 
son tiempos
en que la vida, no es vida.

En esta celda encerrado
que carece de barrotes,
que no tiene cerradura.
Que su trinquete es el miedo 
y temor a lo que no conocemos,
a la palabra contagio,
y a las palabras de muerte.

Las noches son casi eternas 
y en su penumbra despierto, 
dejo mi puerta abierta 
y mi ventana despierta
por ver si por su rendija, 
se cuela la claridad de la aurora
que anuncia la primavera
y la vida que retorna 
y se renueva.

Mi encierro, tu encierro, 
nuestro encierro voluntario
o quizás obligatorio pero
nunca aceptado.

Un encierro sin dolencia, 
un dolor que es el temor, 
el miedo a perderlo todo, 
el tenerte a ti tan lejos, 
el no poder darte un beso,
a no acariciar tu cuerpo.
No, no puedo luchar con él,
no sé dónde él se esconde
ni como podré vencerle 
a este enemigo indolente.

Siento yo la soledad
aunque esté acompañado,
siento a mis hijos lejanos,
a mis amigos extraños.
Extraño no poder dar besos,
ni saludar, 
con un apretón de manos 
ni dar un abrazo al que quiero, 
como estoy acostumbrado.

Estoy bien, pero extraño al mudo 
que tanto y tanto amo.

No hay comentarios: