...POR DONDE AHORA
CAMINO.
Camino
por un desierto,
lleno
de ardientes arenas,
de
miserables espinos,
de
soledades perpetuas,
de
espejismos movedizos.
De oasis que nunca fijo.
Un
desierto de penitencias
cumplidas,
de
acrisolar lo que a uno
en esta vida le adula.
Un
desierto donde buscas un oasis
y no, no existe ninguno.
Caminar
por un desierto,
un
desierto que no es tuyo,
un
desierto, donde la esperanza
es la soledad y el vacío,
donde
se purgan los pecados,
pecados, que
no todos son;
tan solo tuyos.
Quizás
yo, en este desierto
he
abierto mucho de sus caminos,
quizás
en este desierto yo solo
camino solo, solo, pues nunca tú
has caminado comigo.
Cuando
cansado de andar
encuentro
un miserable espino
que
proyecta su tan rala sombra
sobre
las piedras de mi camino,
a
su sombra yo descanso
y
yo, a ese viejo espino, le digo,
pues
es él único ser vivo
que
se para a conversar,
y a
escuchar lo que yo digo.
Un
consuelo para la soledad
en
la que yo en mi destierro vivo.
Vivo
errante en este desierto
que
tú y yo un día
en
nuestras vidas pusimos
y
tú me dejaste solo,
solo
en mi desierto perdido.
Voy
caminando por mi desierto,
voy
solo por sus caminos,
donde
tú me desterraste,
el
día que te alejaste
sin
que yo sepa el motivo.
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