En este mar bravo tan
generoso y fiero
donde nace la vida y naufragan los sueños.
Hoy sus aguas claras serán para ti,
tu eterno elemento.
donde nace la vida y naufragan los sueños.
Hoy sus aguas claras serán para ti,
tu eterno elemento.
Tú mi amor que ya has dominado
los cuatro fundamentos
vitales de la vida y los viviste tan dentro.
La tierra en que has vivido en ella,
sembraste tú la vida.
El aire que respiraste, el aire, ese invisible amigo
al que tanto querías.
El fuego que has sufrido y te libro del frío
en los penosos días de tantos sufrimientos.
El agua que tanto has bendecido y tanto has querido
te acogerá para siempre en su nervioso seno
y en ella esperaras, hasta nuestro reencuentro.
Cabalgaras en las espuma
de las enormes olas
que luchan con tesón, descanso y sin demora
contra acantilados, malecones y rocas
que prisioneras son; y firmen las soportan.
¡Cabalga! ¡Cabalga! libremente
sobre la suave espuma.
Bajaras hasta los abisales donde la luz no entra
y en ellos la vida sembrará el aura que tú llevas.
y en ellos la vida sembrará el aura que tú llevas.
En esas noches
tranquilas en que la mar se aquieta,
veras como se bañan, la luna y las estrellas
es en esa quietud, en la que cielo y mar
se unen en pareja.
Para la luna, el sol, también a las estrellas,
su cielo está en la tierra.
veras como se bañan, la luna y las estrellas
es en esa quietud, en la que cielo y mar
se unen en pareja.
Para la luna, el sol, también a las estrellas,
su cielo está en la tierra.
Bucea niño mío, sumérgete entre rocas
y cuando tú te canses te tumbas en la arena
mirando siempre al cielo, veras nubes que vuelan
a ti te mecerán las incansables olas,
y te saludaran las esbeltas palmeras.
y cuando tú te canses te tumbas en la arena
mirando siempre al cielo, veras nubes que vuelan
a ti te mecerán las incansables olas,
y te saludaran las esbeltas palmeras.
El agua tu amiga, tu más fiel compañera
se sentirá celosa de la suave arena.
Descansa cielo mío, descansa, que nosotros
estaremos pendientes los unos de los otros
hasta que llegue el día, lejano se le espera
para cuidar en el tiempo del trocito de cielo
que tú, aquí nos dejas.
estaremos pendientes los unos de los otros
hasta que llegue el día, lejano se le espera
para cuidar en el tiempo del trocito de cielo
que tú, aquí nos dejas.
Allá donde tú estés
paciente tú esperas
qué el reloj que las vidas gobierna
marque el tiempo extinto esa será la hora,
del tan feliz reencuentro que tanto deseamos.
qué el reloj que las vidas gobierna
marque el tiempo extinto esa será la hora,
del tan feliz reencuentro que tanto deseamos.
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