2 jul 2024

HABLANDO CON DAVID - 2024 - LII.

Hola pequeño, el tiempo pasa 
y sin que nos demos cuenta
nos domina y nos atrapa
nos encierra en sus propias rejas.  
Ayer ya se cumplieron ocho meses 
desde que tú te fueras.

Presente estábamos todos 
en torno a esa mesa soñada
y añorada desde la fatídica fecha. 
Mesa a la que tú, nunca faltabas.

Aunque nuestros ojos no te vean
ni nuestras manos puedan
acariciar tus manos tocar, tu cara.
Tú siempre estarás presente
en nuestros corazones, 
en nuestras atormentadas mentes, 
en nuestras sufridas almas.
Jamás podremos aceptar 
el vivir y olvidar que tú siempre, 
en nosotros estarás.
Es imposible el pensar 
que te podremos olvidar.
Imposible es creer, que tú 
con nosotros no estés.
Imposible. Tú en nosotros estás, 
en cada momento, en cada lugar.
Cada recuerdo, cada palabra, 
cada gesto nos lleva y nos llevará 
siempre a ti.
Ayer en torno a la mesa, 
estábamos sentado todos,
todos los que te queremos,
todos los que contigo soñamos.   
Los que cada día, cada momento 
por ti seguimos llorando
creyendo que tú estás  
y siempre permanecerás 
a nuestro lado. 
Tú, como siempre 
presidiendo estabas la reunión
en torno a ti y a tu recuerdo 
formada.
Tu buen decir todos 
escuchando estaban
lo que en silencio tú 
nos hablabas.
Tu hija bonita, regalo 
del cielo que tú nos dejaras.
Tu esposa querida 
que lleva en silencio
y a solas su duelo
que ríe y que llora
a un mismo tiempo
por ambos pequeños, 
y en ese silencio 
te extraña y te añora.
Tus dos hermanos 
que tanto te extrañan 
y sufren y lloran.
y que aún no creen 
que tú te marcharas. 
Tu madre querida 
que tanto te llama.
que de dolor y pena 
se llenó su vida.
Que tanto te llora 
cuando está a sola 
no encuentra consuelo
ni el paso del tiempo 
alivia su duelo.
Ella de ti está tan cerca
qué, ni el volar del tiempo
su dolor aleja. 
Y este que te escribe, 
este que no acepta 
que tú te has hayas ido
en su gran tristeza.
Nadie habló de ti, 
nadie te ha mentado
no hacía falta hacerlo
todo el ambiente de ti,
estaba impregnado.
 
Todos escuchábamos
en nuestra cabeza 
lo que tú decías 
lo que cada uno de ti,
escuchar quería.
Fue un día muy triste 
y a la vez muy alegre
pues en torno a ti 
estuvimos presentes
los que te queremos
y los que creemos
que tú, no te has idos, 
y que estás presente,
presente, muy presente.
Mi querido hijo.
 
Cuando estamos a solas
siempre estás conmigo
cuando estamos juntos
tú eres el que me consuela
me hace más fuerte
para seguir luchando 
y poder vencer el dolor y la pena
aunque sea llorando.


No hay comentarios: