...Y TAN SOLO FUE UN SUEÑO.
Quise vivir en las
nubes
y por eso, hablé yo al
viento
y a él le conté mis
sueños.
Mis sueños que son los míos
y no los sueños de
otros
ni son sueños
pasajeros
que se sueñan una
noche
una noche de frío
invierno
cuando se miras hacia el
cielo
y ves la luna más linda
y las estrellas que rilan
y los luceros jugando
con los sueños, sueños
ajen0s.
Sueños que nunca soñaron
los luceros de los cielos.
Quería vivir en las
nubes
y pasear por los
cielos
y yo le conté mis
sueños
al roció de la noche
que viste de
terciopelo
a la rosa del rosal que es
reina
del jardín de los sueños.
El jardín donde habitan
los sueños y los recuerdos.
Quería vivir en las
nubes
para hablar con los
luceros
y jugar con las
estrellas
al escondite en el
cielo.
Pero cuando desperté
y puse mis pies en el
suelo,
me di cuenta que tan
solo,
tan solo había sido un
sueño.
Que el viento seguía
silbando
al cabalgar por el
tiempo
y bailando con el aire
las hojas de las arboledas
las hierbas frescas del
prado,
las flores de los cerezos,
y los sueños enhebrados.
Vi al roció de la
noche
sobre la hierba del
prado,
sobre los pétalos agraciados
de la rosa del rosal que
viste
con terciopelo,
y enamora al clave seducido
y engañado.
Miré al cielo y ya no vi a
los luceros,
tan solo las negras
nubes
que ensombrecían mis
sueños.
Comprendí;
que los sueños, solo son.
Tan solo son; sueños,
sueños.
1 comentario:
Querido amigo:
Lo único que puedo decirte, es que sueñes. Sueña tus propios sueños. Los que tu despierto sueñas. Los tuyos, solo los tuyos.
En este campo, se tiene que ser egoísta y también libre.
¡El universo, la noche, la luna las estrellas! Es de toda la humanidad. Pero no todos, conocen su magia, no todos, pueden identificarse con ella. No todos.
Somos muy pocos, los que podemos comprender el misterio de la de la noche. La maravilla de un amanecer. La dulzura de un de un atardecer. O la belleza y misterio de la tarde que se convierte en noche, cálida de verano o fría, muy fría, de invierno. Pero siempre, iluminas con estrellas, luceros, nubes muy blancas y una luna grande, nuestra solo nuestra. Las noches oscuras, que nos inquieta. Pero también, iluminadas con centellas, rayos lejanos y su propia música.
¡Amigo sueña! no dejes de soñar. No dejes que nadie te robe tus sueños. Son tus sueños, de nadie más. Vive en ese mundo encantado de los sueños y siempre serás feliz.
Un gran abrazo, de tu amiga Eva
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