La luz de la
mañana se desborda,
como se desborda el río de lágrimas.
Lagrimas espontaneas de penas y de dolor
que surgen cuando pienso en ti,
como se desborda el río de lágrimas.
Lagrimas espontaneas de penas y de dolor
que surgen cuando pienso en ti,
mi hijo del alma.
¿Dónde estás tú hijo mío?
Yo te busco por la casa
y de la casa te has ido.
En cada uno de los recodos
del tortuoso camino
yo muy atento miro
mas tú a este camino
nunca jamás has venido.
Yo te busco por la casa
y de la casa te has ido.
En cada uno de los recodos
del tortuoso camino
yo muy atento miro
mas tú a este camino
nunca jamás has venido.
Por las calles entre las gentes
de las cuales desconozco sus destinos
miro sus rostros,
de las cuales desconozco sus destinos
miro sus rostros,
mas no contemplo yo el tuyo.
Yo a ti jamás te encuentro,
pregunto por ti a cada uno,
y respuestas no consigo.
Nadie, nadie a ti te ha visto.
Yo a ti jamás te encuentro,
pregunto por ti a cada uno,
y respuestas no consigo.
Nadie, nadie a ti te ha visto.
Sigo gritando al silencio,
que él es único testigo
de todos nuestros encuentros.
Tú conmigo, yo contigo.
Te seguiré yo buscando
en esos recuerdos míos
que yo tengo a buen recaudo,
para no olvidar ninguno.
Seguiré hablando al silencio
que él es; el heraldo consentido
para que todas mis palabras
lleguen a ti hijo mío.
Yo escucharé a la brisa que me
trae,
todos los mensajes tuyos.
Y seguiré en silencio tus pasos,
para no olvidar ninguno.
En mis recuerdos volveré yo a vivir
esos muchos momentos
todos los mensajes tuyos.
Y seguiré en silencio tus pasos,
para no olvidar ninguno.
En mis recuerdos volveré yo a vivir
esos muchos momentos
que aquellos días felices
todos juntos compartimos.
todos juntos compartimos.
Recuerda tú cielo mío,
que aunque tú has partidos.
Siempre, siempre tú estarás
conmigo y yo contigo.
que aunque tú has partidos.
Siempre, siempre tú estarás
conmigo y yo contigo.
Te quiero cariño mío.
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