9 ago 2007

EL RELOJ

En esta ocasión las fotografías que acompañan al poema han sido tomadas de la Red.
UN VIEJO RELOJ DE PARED
Tic –Tac; late y late
y es verdad que tiene vida,
mas no es un corazón.
Tic –Tac; Las tantas son:
es un viejo reloj de pared
que está colgado junto
a un gran bodegón
en un comedor holgado.
Pasa corriendo el tiempo
sin detenerse a mirar
ni tampoco se detiene
el reloj a descansar.

Tic –Tac. Dong, dong, dong…
¿Qué hora será?
Es la hora de comer
y todos nos reunimos
en la mesa con mantel
bajo el gran bodegón
al que acompaña colgado
impasible un reloj.
El reloj sigue su marcha,
marcando su viejo son.
Tic –Tac, Dong, dong, dong…
Ya se fueron los abuelos,
los que compraron el reloj
y mis padres les siguieron.
Su hora; el reloj se la marcó.
En el amplio comedor,
en su pared principal
hay colgado un bodegón.
Y en el pintado está,
una gran ristra de ajos
una botella con vino
un gran vaso de cristal
una cántara de aceite
y un buen mendrugo de pan
y junto al cuadro pintado
hay colgado un reloj
que impasible marca el tiempo
y siempre sus horas son.

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