CUÁNTO ME GUSTA DIOS MÍO

PLEGARÍA

Me gustaría ver las estrellas en esas noches nubladas, 

y escuchar el silencio cuando las olas me hablan, 

me gustaría oír la mudez de los silencios 

y el cantar de las mañanas.

Me gusta mucho la lluvia en las tardes soleadas 

y el olor de los campos, olor a tierra mojada, 

me gusta oler los aromas de los montes de mi España.

Me gusta ver las perlas del rocío 

en la hierba muy segada al despuntar las mañanas, 

me gusta escuchar cantar a las alondras al alba. 

Me gustas oír en los atardeceres entre malezas y zarzas 

el canto del ruiseñor, canto que sale del alma.

Me gusta ver como llora un niño cuando le narran, 

los cuentos infantiles. Cuentos que hablan de amor, 

de amor a edad temprana. Cuentos que hablan de reinas, 

de princesas, caballeros y de hadas.

Me gusta ver a la rosa mecerse en tu ventana 

con la brisa de la tarde y el viento de la mañana. 

Me gusta el rojo de los geranios, el blanco del azahar, 

los colores de las petunias y las moras en las zarzas.

 Me gustas mirar el tiempo a través de mi ventana 

y como pasan las horas, los días, en la pared de mi casa.

Me gusta escuchar cantar a los olmos en las riberas, 

los olivos en las laderas, el castaños en las montañas 

y las esbeltas palmeras en la arena del desierto 

o de las playas costeras.

 Me gustar el olor al frío y la nieve en las montañas 

y el tenue olor del rocío al despertar las mañanas. 

Me gusta el olor que dejan las noches cuando se marchan, 

arreboles del ocaso y el azul verde del agua 

en los mares y en los ríos. 

Me gusta el rumor de las olas cuando el mar está bravío 

y rugir de las cascadas cuando se desborda el río.

Cuánto me gusta Dios mío, lo que hicisteis de la nada.