Me desperté
llorando una vez más,
una noche en que
el invierno pasaba
y era ya noche,
muy noche, noche cerrada
la madrugada aún
no se vislumbraba.
Me desperté
llorando:
Nunca sabré yo
porqué,
por qué causa yo
lloraba
y jamás yo recordé aquel sueño que soñé,
que soñé de madrugada.
Sueño que fue la
causa y el motivo
de mis lágrimas
derramadas.
No puedo yo
recordar el porqué
por qué aquella
noche de invierno,
yo me desperté y
lloraba.
Mis mejillas regadas
por dos ríos caudalosos,
ríos de agua
salada que de mis ojos manaban.
Lágrimas que derramadas
fueron,
quizás fuese por
un desengaño de amor,
mas yo ese amor no
recordaba,
quizás fuesen
lágrimas de decepción,
más no recuerdo
ninguna ilusión ajada,
quizás por una
soledad no anunciada,
mas solo, nunca
jamás yo estaba.
Y las lágrimas
mi rostro cursaban.
Aquellas noches
pasé mis angustias,
mis desesperanzas,
mis llantos desconsolados,
sin saber lo que
pasaba.
Yo pensaba y pensaba
intentando recordar,
sentado
sobre mi cama
aquella blanca
almohada.
Mi corazón
constreñido,
mi alma
importunada,
mis angustias, mis
pecados,
atenazaban mi
ánima.
Jamás yo descubrí,
el porqué;
de aquella noche
en que yo lloraba,
lloraba sólo en mi
habitación,
sobre mi blanca
almohada,
en silencio yo
lloraba.
Aquellas lágrimas
injustificadas,
aquellas noches;
noches pesadas,
aquellas angustias
que mi alma abrasaban,
quemaron mi
corazón y atribularon alma.
La luna llena, la
luna blanca mi amiga
que camina sobre
alfombra de plata
luna que te asomas
con sigilo
al quicio de mi
ventana.
La amiga luna fue
testigo de mi llanto,
ella ilumino mi
cara
y llevo a mi
corazón
la calma y la
esperanza
que yo tanto
ansiaba.
Luna llena mi
amiga. Luna blanca
compañera de mis
noches
testigo de mis
esperanzas.
La luna nueva,
luna escarlata
caminas sobre
arreboles de sangre
de dolor y
desesperanzas.
Esa luna no puede ya
consolarme;
esa luna ya no me
mira a la cara
ni sabe de mis angustias,
ni de mis dolencias
del alma.
Han pasado muchos
días,
muchas noches que
no trajeron la calma,
y yo sigo
recordando mis lágrimas derramadas.
Lo intento, más yo
no puedo acordarme
del sueño que mis
lágrimas engendraran.
Luna llena, luna
blanca, amiga mía,
ya no pasas por mi
casa
ni te asomas para
verme en mi cama.
Te fuiste y me
dejaste muy solo
intentando
recordar el sueño de mi desgracia.
1 comentario:
HOLA RODRI:
ES MARAVILLOSA TU POESÍA. ¿QUE MÁS PUEDO DECIRTE? SABES BIEN, QUE VIVO ENAMORADA DE TU OBRA. ¡SIMPLEMENTE MARAVILLOSA!
CADA PALABRA, CADA IDEA, ES UN VIAJE POR EL MUNDO DE LOS SUEÑOS, DE LOS RECUERDOS DE LA VIDA.
ESPERO APRENDER MUCHO DE TI.
RECIBE UN GRAN ABRAZO DE TU AMIGA AMERICANA, EVA MARGARITA
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