AL NIÑO DIOS

NOCHEBUENA

La noche se desliza por un tobogán de nieve y de hielo 

en las calles se ven guirnaldas de luces, brillantes luceros 

y de las ventanas de hogares humildes salen hacia el cielo 

villancicos lindos, canciones y risas que vuelan al cielo.

Las calles desiertas, sobre la hierba verde se posa el hielo 

se escuchan voces mezcladas con risas envueltas en sueños,

sueños que se escapan volando en las alas de un gélido viento.

Hay felicidad en cada hogar, se llenan de alegría de viejos recuerdos.

Le piden al Niño que se hagan realidad sus eternos sueños.

Debajo del árbol hay zapatos nuevos y junto al pesebre 

hay pastores viejos y la lavandera que está tendiendo 

su ropa lavada en aquel riachuelo que alegre canta 

y corre riendo.

El angel de Dios mira hacia el portal donde hay un Pequeño 

que vino a este mundo para hacer felices a todos; 

los malos, los buenos, los fuertes, los débiles, 

los ricos, los pobres, a hombres y a mujeres 

y a los niños que son ellos herederos de la tierra llana
y del alto cielo.

Una estrella brilla allá en lo más alto, más alto del cielo 

guía a los tres Magos que vienen de lejos a traer regalos 

al Dios niño, al Dios más humilde a ese Dios tan bueno 

que para ser hombre eligió ser niño en la más humilde 

y pobre morada de un pueblo pequeño, pequeño, 

eligió los padres más pobre, a los más sencillos 
también los más buenos.

Este Niño Dios, siendo rey del mundo y el amo del cielo 

se hizo hombre para redimirnos y murió por ello.

Ese Niño Dios es, está noche y siempre, Él es; el centro 

de cada hogar, de cada villancico, de cada ilusión, 

de cada esperanza y de cada sueño.

Las calles vacías, es la Nochebuena, el frío y el silencio

son las compañeras de las luces que siguen guiñando 

y con su luz ocultan al cielo.

La aurora se asoma en la madrugada ya los villancicos 

se enmudecieron y en el Pesebre el Niño Dios sigue sonriendo.

Nochebuena alegre, que une a los seres que aún se aman

en los malos tiempos, esten cerca y aunque vivan lejos. 

Nochebuena en la que cada año nace el Niño Dios.

Él es la esperanza, Él es la ilusión de que un día 
se hagan realidad tus sueños y nuestros sueños.