11 oct 2015

QUERIA VIVIR EN LAS NUBES...

...Y TAN SOLO FUE UN SUEÑO.

Quise vivir en las nubes 
y por eso, hablé yo al viento 
y a él le conté mis sueños. 
Mis sueños que son los míos
y no los sueños de otros 
ni son sueños pasajeros 
que se sueñan una noche 
una noche de frío invierno 
cuando se miras hacia el cielo
y ves la luna más linda
y las estrellas que rilan
y los luceros jugando 
con los sueños, sueños ajen0s.
Sueños que nunca soñaron
los luceros de los cielos.

Quería vivir en las nubes 
y pasear por los cielos 
y yo le conté mis sueños 
al roció de la noche
que viste de terciopelo 
a la rosa del rosal que es reina
del jardín de los sueños.
El jardín donde habitan
los sueños y los recuerdos.

Quería vivir en las nubes 
para hablar con los luceros 
y jugar con las estrellas 
al escondite en el cielo. 

Pero cuando desperté 
y puse mis pies en el suelo, 
me di cuenta que tan solo, 
tan solo había sido un sueño.

Que el viento seguía silbando 
al cabalgar por el tiempo 
y bailando con el aire
las hojas de las arboledas
las hierbas frescas del prado,
las flores de los cerezos,
y los sueños enhebrados.

Vi al roció de la noche 
sobre la hierba del prado, 
sobre los pétalos agraciados
de la rosa del rosal que viste
con terciopelo,
y enamora al clave seducido y engañado. 

Miré al cielo y ya no vi a los luceros, 
tan solo las negras nubes 
que ensombrecían mis sueños.

Comprendí;
que los sueños, solo son.
Tan solo son; sueños, sueños.

1 comentario:

Eva Margarita Escobar Sierra dijo...

Querido amigo:

Lo único que puedo decirte, es que sueñes. Sueña tus propios sueños. Los que tu despierto sueñas. Los tuyos, solo los tuyos.

En este campo, se tiene que ser egoísta y también libre.

¡El universo, la noche, la luna las estrellas! Es de toda la humanidad. Pero no todos, conocen su magia, no todos, pueden identificarse con ella. No todos.

Somos muy pocos, los que podemos comprender el misterio de la de la noche. La maravilla de un amanecer. La dulzura de un de un atardecer. O la belleza y misterio de la tarde que se convierte en noche, cálida de verano o fría, muy fría, de invierno. Pero siempre, iluminas con estrellas, luceros, nubes muy blancas y una luna grande, nuestra solo nuestra. Las noches oscuras, que nos inquieta. Pero también, iluminadas con centellas, rayos lejanos y su propia música.

¡Amigo sueña! no dejes de soñar. No dejes que nadie te robe tus sueños. Son tus sueños, de nadie más. Vive en ese mundo encantado de los sueños y siempre serás feliz.

Un gran abrazo, de tu amiga Eva