BRUMA EN LOS OJOS.
La noche era
oscura, las nubes negras
tapaban con su
manto la linda bóveda.
La niebla del
río jugaba entre las peñas
en las ramas
más altas de la arboleda
se enreda con
su manto la suave boira.
Su quietud y
sus gestos son de una reina.
Quise yo
aquella noche ver las estrellas
y la niebla y
las nubes no me dejaron
que yo las
viera.
Caminé por
amplias avenidas,
calles anchas y
estrechas
por jardines de
ensueño y callejuelas.
Todo era sosiego
la noche aquella,
era el feudo y
el reino de las tinieblas.
La silenciosa
noche en que la niebla
todo lo
ocupaba, todo ocultaba,
calles y
plazas, cielo y estrellas.
Algún can
vagabundo me salió al paso
y moviendo su
cola me hizo caso.
Caminando sin
rumbo, sin orientarme,
llegué yo hasta
el puente para mirarte,
me asomé hacia
el río queriendo yo verte,
en el espejo
que el agua tiene,
debajo el
puente.
A el agua yo no
vi, no pude verla
la niebla la
oculta con su franela.
Con su capa de
seda ocultaba el río,
el cielo y las
estrellas a mis sentidos.
Escuche en el
vacío el cantar del agua.
Las voces de mí
río que nunca callan.
Camine por las
calles sin rumbo fijo
pretendiendo yo
ver un cielo limpio,
la niebla y las
nubes me lo ocultaban,
no quería
ninguno que te mirara.
Caminé por las
calles sin rumbo fijo,
y me encontré yo muy
solo en ese mundo.
1 comentario:
Querido amigo:
Extraño tus visitas a mi blog. Yo no dejo de visitar el tuyo. Son tan lindas todas tus poesías, que no leerlas y releerlas, sería un pecado.
Yo, vivo en mis sueños. Tú, vives en tus realidades, que tienen tanto de sueños, como de fantasías, los míos.
Querido amigo, te extraño, ya que cada comentario que haces a mis poesías es para mí, una enseñanza, una guía.
Cada comentario que yo hago a tu obra, es de admiración, ante el maestro.
Un gran abrazo, tu amiga, Eva
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