...ESPÍRITU DE LA LIBERTAD.
Por los altos
montes y los verdes campos
galopa sin
rumbo un blanco caballo.
Caballo salvaje
que cuida a sus yeguas
que galopan
suelta por los herbazales.
Caballo de
plata con casco de acero,
con crines de
nácar y ojos de fuego.
Vuela por el
aire con esos luceros
que salen de
noche y cruzan los cielos.
Y ese caballo
que siempre galopa
más rápido que
viento más claro que un rayo
no tiene rival
que a él se enfrente
por ese harén
que le pertenece.
Un día de marzo
de fuerte ventisca
cayó en la
trampa de unos cuatreros.
Quisieron al
bravo corcel domarlo
y nunca
pudieron.
El caballo
blanco, se muere de pena
estar encerrado
en la dura trena.
En la primavera
cuando el tiempo cambia
sus yeguas
relinchan por esas montañas
llaman a su
caballo el caballo alfa
y el corcel
salvaje las vallas saltaba
galopa por los herbazales
y por las montañas
cuidando a sus
yeguas, a su gran yeguada.
Caballo salvaje
de crines de nácar,
de casco de
aceros, con ojos de fuego
y pelo de
plata.
Caballo salvaje
que trotas montañas
que pasta en
los valles y bebes del agua
de fuentes
alegres de muy frescas aguas.
Caballo salvaje
que nunca se podrá domar,
pues él nació
libre, en la libertad,
y jamás se puede
domar a la verdad.
Es un corazón
libre, espíritu de la libertad,
él vivirá libre
y muere en y por la verdad.
Como el mar es
libre, y libre él vive
en la libertad.
Como el mar es libre
y nunca se podrá domar.
Los espíritus
de libertad viven y mueren
en la libertad.
Corcel salvaje
espíritus de libertad
nunca
jamás te podrán domar.
1 comentario:
Hola mi amigo:
Este es el último. Ya no hablas del amor que buscas. Si no del sufrimiento de perder la libertad.
De la altivez, de ese caballo blanco y el dolor al perder él, esa autonomía, que cada ser viviente debe tener.
Cualquier clase de esclavitud es mala. Por ello, debemos ser libres siempre. Libres, para pensar, sentir, amar, decir o hacer, respetando eso sí, siempre la libertad y la autonomía del otro.
Muy hermoso el paisaje que describes, su tristeza y su derrota. Pero bien dices, Jamás, aunque los demás lo crean así, el tesoro de la libertad, no se le roba, a nadie. Puede morir, pero muere libre.
Hermosos las tres poesías que hoy le has regalado al mundo, al universo.
Un gran abrazo mi querido amigo. Eva
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