31 mar 2016

SOLO, SOLO TUS RECUERDOS...


...SUAVIZAN TU AUSENCIA.
He recorridos los senderos 
por el que un día tú y yo 
juntos caminamos 
y me senté bajo el árbol 
donde tú y yo nos sentábamos.
Ese árbol nuestro amigo 
nuestro más fiel confidente. 

Ese árbol que sabe de nuestro amor, 
de todos nuestro cariño, 
de nuestras dulces pasiones
y de nuestras ilusiones.

A ese árbol le dijimos 
lo mucho que nos queríamos, 
nuestros secretos más íntimos 
y con él también compartimos 
nuestras penas y nuestros júbilos.

Y yo seguí caminando 
por el camino de la vida 
y bebí de aquella fuente 
donde tú siempre bebías. 
Sus aguas nunca calmaron 
la sed que de amor tenías. 
No fue culpa de sus aguas. 
Quizás la culpa era mía, 
que no supe yo amarte 
como tú te merecías.

Tú te fuiste cuando cayó
la hoja del almanaque
que marcó el fin de tus días
y yo me quede en el mundo 
siguiendo sin ti mi vida, 
con un dolor tan profundo 
que solo lo suavizo los recuerdos.
Recuerdos, que contigo compartía.

Hoy de nuevo yo recorro 
el sendero de nuestras vidas 
y me senté en la piedra 
donde tú siempre lo hacías 
y no es que yo esté cansado 
de andar solo por la vida, 
es que yo siento tu ausencia, 
como una pesada losa en mi vida 
desde el día de tu partida.

Quizás cuando ella venga, 
con el silencio y la paz 
que con ella siempre caminan. 
Quizás cuando ella llegue, 
cuando llegue ese día 
yo la estaré esperando 
con la serenidad debida 
y con ella yo me iré 
esperando encontrarte 
y poder juntos seguir,
seguir juntos caminado.

Mientras espero que llegue, 
que llegue pronto ese día. 
En esa tan dura espera,
yo seguiré caminando 
por esos dulces recuerdos 
que un día fuimos guardando 
para hacer más llevadero 
el vacío que uno deja.
Tus recuerdo me dan fuerza
para seguir caminando,
en tu ausencia.


1 comentario:

Eva Margarita Escobar Sierra dijo...

Querido amigo:

Esta poesía es tan hermosa, como las anteriores. Se percibe un halo de tristeza o de culpas por algo que paso. Quizás, sin esperarse, sin buscarlo. Pero que llegó.

Cuando alguien sale de nuestra vida, porque ya es su hora de partir, se le tiene que dejar ir, y ¡Vivir! Ser feliz y volver amar, en su nombre.

Cuando son otros los motivos de la separación, se puede buscar soluciones y si no las hay, solo se debe recordar lo bueno y perdonar lo malo y nada más.

No estés triste, mi querido amigo. ¡Ya llego la primavera! Se feliz y ama, porque tú sabes, que eres amado.

Un abrazo mi querido amigo, como siempre, de tu amiga, Eva