... VELO.
Cuando duermo y
velo
a un mismo
tiempo
después de una
noche
de insomnio
severo,
escucho llorar
las canales,
gemir y ulular
al viento,
maullar a los
gatos en celo
hipar a las
tejas
por acción del
viento
desde mi
aposento.
Cuando me
despierto,
un escalofrió
recorre
mi
cuerpo,
noto mis
sábanas frías
entumido el
cuerpo.
La luna se
aleja
la niebla
despierta
las nubes
sujetas
al pico
inhiesto
del cercano
otero.
Cuando me
despierto,
se apagó mi
sueño,
y se me olvidaron
lo sueños
soñados
y ya no
recuerdo
si hoy yo he
soñado.
Cuando me
despierto
después de una
noche
de continuo
desvelo
no encuentro tu
rostro
con el que yo
sueño.
Añoro esos ojos
negros
profundos
sinceros
donde se
reflejan lunas
y
luceros,
en ellos nacen
las estrellas
se avivan los
fuegos.
Añoro tus
labios rojos
tan tersos tan
frescos
son dos fresas
rojas
de lujurias
llenos.
Yo me desespero
y por eso;
despertar no
quiero
y dormir no
puedo.
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