...NOCHES AQUELLAS
En las noches
claras
de insomnios y
velas
las estrellas
rilan,
la noche es
serena.
Una nube
blanca
caprichosa y
rala
juega a ocultar
la luna
para enfadarla.
La luna se
enoja,
parece
indignada
estaba
mirando
al lucero
errante
que cada
noche
a ella no
responde
cuando ella lo
llama.
En las noches
claras
de estrellas
llenas,
de luna
enfadada,
de brisa que
vuela
de nubes
diáfanas
que por el
cielo vagan
en busca del
alba
que a la noche
lleva.
Entre los
zarzales
de las
callejuelas
se escucha el
trinar
de los
ruiseñores
para sus
parejas
que está en el
nido
con sus
parentelas.
En el olmo
viejo
que orgulloso
muestra
heridas de
guerra
en su alta copa
un negro
estornino
observa, el
cielo y tierra.
A la
sombra
de frondosos
olmos
de muy tiesos
chopos
que viven en
hileras
discurre
cantando
el arroyo
alegre
que corriendo
sueña
y que sus remansos
los viste de
verdes,
con los fresco berros
de la primavera.
con los fresco berros
de la primavera.
El Puente de
Piedra
que callado
observa
la alegre
corriente
que diafana y
fresca
cantando se
aleja.
Los verdes
mimbrales
en ambas
orillas
su cerviz
doblegan
venerando al
agua
que ajena
camina
saltando las
piedras.
En las noches
serenas
en Extremadura
se escucha el
canto
de los
ruiseñores
el ladrar de
canes,
el balar de
ovejas,
el mugir las
vacas
por sus vastas
dehesas
donde
conviven
las encinas
viejas
las jaras,
tomillos
y fuertes
hiniestas.
Y rilan
estrellas
con la
brisa fresca.
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