...PECHO
He sentido galopar el corazón
en mi pecho,
como galopan los potros
en las primaveras verdes
por las praderas ubérrimas
donde se solacean las hierbas
para convertirse en heno.
Corría él desbocado
por los prados de mi pecho,
saltando sobre las vallas
que encierran mis aposentos
y en arroyos cristalinos
cauces de lágrimas de hielo
se refresca con sus aguas
antes de seguir su juego
y saltar las talanqueras
de los huertos de mis sueños.
He sentido sus latidos,
su palpitar, alterado e inquieto
golpeando con rabia el tambor
de mi alterado pecho.
Y no sé si es de amor,
de dolor de pena y duelo.
Solo sé, que galopa sin control
en el cofre de mi pecho.
Mi corazón está inquieto,
a veces es, una sutil mariposa
de volar dulce y muy quedo,
y a veces es, un inquieto embrión
batallando por salir
del cascarón de su huevo.
Mi corazón está inquieto
y golpea cual martillo pilón
en el yunque de mi pecho.
Y no sé, si es por amor,
por una pena o dolor.
Solo sé que trae dolor
y desazón a mi pecho.
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