GAVIOTA.
Hoy he vuelto a caminar despacio
por la arena de mi playa.
Si, aquella playa donde un día
tú y yo nos conocimos.
¿Lo recuerdas?
Yo caminaba descalzo pensativo
dejando mis huellas en la arena,
mientras las olas tímidas
de un mar en calma
mojaban mis pies y salpicaban
mis piernas desvestidas
y tan blancas.
Tú buscabas crustáceos
entre las algas varadas
en el rebalaje de las olas.
Yo caminaba abstraído
en profundos pensamientos
y al pasar cerca de ti tú,
levantaste el vuelo,
y un graznido de dolor
me saco de mis
pensamientos,
al mismo tiempo con mi mirada
seguí tu corto vuelo.
Reconocí en ti a la gaviota
herida de mis sueños.
Tú me miraste con la mirada
con que miran los niños solos,
que buscan cariño y consuelo.
Me acerque a ti y tú temerosa
quisiste de nuevo, levantar el
vuelo,
pero cansada y herida tan solo fue,
un doloroso intento.
¿Los recuerdas?
Te tome en mis manos,
acaricié tu plumaje seco,
busque en tu ala la herida
y te di un tierno beso.
Lo que después ocurrió,
tú bien lo sabes,
y yo por eso, intento olvidarlo.
Pues lo creas o no,
aún me hace daño.
Solo, tan solo te diré
que cada día
de nuevo camino por la playa,
te busco entre las gaviotas
que vuelan, que caminan
y que graznan.
Y al mismo tiempo,
que deseo encontrarte
temor yo tengo
de hallarte herida
en lo más profundo
de tu alma.
Mi gaviota herida
que un día te marchaste
sin decir adiós ni hasta luego,
ni volviste tu mirada
ni tu vuelo, mientras de mí;
tú te alejabas.
En homenaje a las gaviotas de mi amiga Eva Escobar.
1 comentario:
Gracias mi querido amigo. Gracias.
Gracias por todo lo que me has brindado y enseñado.
Pero mi gaviota, no se marcho sin decir nada. Tuvo que partir, recuérdalo, porque nuevamente, estaba herida.
Gracias por escribir tan hermoso y dejar que siempre encontremos a "UN POETA EN EL CAMINO"
(Te quedo muy lindo el blog con los cambios que hiciste.
Publicar un comentario