25 nov 2017

ERES TÚ.

Y BIEN LO SABES.
Eres la gota de agua
que en silencio se desliza
en las fuentes retiradas
en esas noches plomizas
 juegan, el agua y la brisa.
Retozan, ríen y brincan.

Eres la brisa del monte
que en las tardes de otoñada 
baila con las hojas del roble
y con suavidad acaricias 
a las ramas y la hojarasca.

Eres espiga del trigo 
que en las extensas besanas
te mueves con tanto mimo
que más que trigo eres agua, 
eres tú; sueño y calma,
olas de una mar callada.

Eres piedra del camino
que en las estrechas veredas, 
disimulas tu destino 
en las densas polvaredas 
cuando contigo tropiezan
y ruedas. Tú; en el silencio
ruedas.

Eres la mota de polvo 
que tan suave se posa 
en los pétalos de rosas
y con el tierno rocío 
ambos la hacéis más hermosa
al hacerla imperfecta,
de esta manera más tierna.

Eres silencio en el ruido
y tormenta en el silencio,
eres tú todo un ejemplo
para seguir el camino
mirándose en tu espejo. 

Eres tú; 
la que vela nuestros sueños 
y estás, presente en ellos.