28 nov 2017

ERES TÚ II

ERES LA NOCHE Y EL DÍA. 
Eres tú,
la oscuridad de la noche 
y la luz de la mañana,

Eres tú,
la lluvia fina de marzo 
que se recrea en mi cara,
en esos días plomizos 
de primaveras tempranas
cuando bajan los arroyos, 
alegres por lo que cantan.

Eres tú,
la espesura de los bosques
y el verdor de las sabanas,
la blancura de las nieves
que se abrazan las montañas.

Eres tú, canto rodado 
con el que juegan las aguas
de impetuosos rabiones
que corriendo ríen y cantan.

Eres tú, rayo de sol 
que atraviesa mi ventana
juega; con las moléculas de polvo
que mora dentro de mi casa.

Eres tú,
el fragor de la tormenta
en las tardes sofocadas
de un verano que se marcha,
de un otoño que aún no llega, 
aunque lo anuncien las ramas.

Eres tú,
el silencio absoluto 
que dormita en mi casa, 
el silencio que hay en mi 
cuando tú ausencia se palpa.

Eres tú,
los colores de un otoño
que cuelgan de altas ramas
con las que bailan las brisas
de la tarde que ya marcha,
los colores juveniles 
de primaveras logradas.
Eres tú; de las estaciones, 
su dama.

Eres tú,
la sonrisa de la fuente
cuando te ofrece su agua.
Eres la noche y el día,
la oscuridad y la aurora,
eres la brisa del aire 
y de la lluvia su boira.
Eres la música dulce 
de un violín que canta y llora,
eres voz de la bandurria
cuando se toca una jota.

Eres sonrisa y llanto,
eres pena y alegría,
eres la luz de un lucero
que anuncia el nuevo día,
eres la estrella que aún brilla 
cuando se asoma la aurora
que anuncia un nuevo día.

1 comentario:

Eva Margarita Escobar Sierra dijo...

Tan delicadamente hermoso, como el anterior.