30 jul 2018

MIS NIÑAS. "EX AEQUO"

"Ex aequo"

En el jardín de mi casa
un rosal no florecía,
se moría de tristeza,
la pena lo invadía
cada hora, cada minuto
día a día, día a día.
Sus hojas se marchitaban,
de su brillo carecían
y de sus ramas al suelo
sin remisión se caían.
Sus brotes mustios nacían.

Pero un día de primavera
que sutilmente llovía,
las lluvias tenues de mayo
renovaron su alegría.

De aquel rosal del jardín
dos capullitos nacían.
Dos rosas casi perfectas,
dos pedacitos del día.

Son dos niñas tan bonitas.
Suaves cual algodón
bonitas, como ningunas.  
Inocentes, cual dos ángeles.
Perfectas y translúcidas
cómo es la luz de la luna.

Son dos lindas florecillas,
las más bellas y más bonitas
que nunca de un rosal nació.
Son dos rosas inmaculadas,
son las cositas más lindas.
Son las rosas más perfectas
que han visto la luz del día.

El rosal,
recupero su alegría,
su frescor su lozanía.
Ahora en él todo es luz,
todo es verdor y alegría.
La vida en este jardín,
gira en torno a esas niñas.
En el jardín hay sonrisas,
hay luz y suave brisa,
canta el agua en las fuentes
y se escucha en el aire
el llanto y las sonrisas,
de esas niñas.

Se desterró para siempre 
tristezas y melancolías.
Todo lo llenan e invaden,
estas dos preciosas niñas. 
“Ex aequo”. 

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