22 sept 2018

UNA FRÍA NOCHE DE...

...INVIERNO 
La noche se ceñía sobre nosotros,
era una noche fría a la que 
el silencio la penetraba 
y en esa afonía el frío terso 
estremecía nuestros cuerpos.

Era, era una noche de frío invierno.
Las estrellas rilaban, 
la luna jugaba al escondite 
con los luceros 
y tú amor mío, tú, intentabas
ocultarte junto a mi cuerpo.

Era una noche fría de invierno,
el viento ululaba en los aleros,
la hierba de la pradera resplandecía 
con el brillo frío del terso hielo, 
los gatos maullaban en los desvanes 
mientras corrían por los graneros.

Era una noche fría de invierno.
Una nube tímida jugando sin pretenderlo 
oculto a la luna y su lucero 
dándose un beso 
y tu cuerpo aún tibio se estremeció 
junto a mi cuerpo.
El reloj de pared mudo testigo
de nuestros juegos, 
con su monótono caminar 
rompía el silencio de nuestra alcoba 
dando las horas con su misterio.

La noche se ceñía en el silencio 
de nuestra alcoba, 
de nuestros sueños.

La noche se desliza suavemente 
sin pretenderlo, 
sin darnos cuenta que ya la luna 
y su lucero ya se nos fueron,
que las estrellas ya se escondieron

La noche se nos fue en un suspiro 
de aquel silencio. La noche se nos fue 
sin que supiéramos 
que era el sueño.

Era una noche fría de invierno seco.

1 comentario:

Eva Margarita Escobar Sierra dijo...

Hola mi querido amigo: Siempre sera un placer encontrarte en tus blogs y leer tus poesías. Lindas. Románticas y de una gran ternura. Un abrazo muy, pero muy grande, de tu amiga, que te extraña, porque es mucho lo que tengo que aprender de ti. Eva