23 nov 2018

CAMINO DEL DUERO.

SAN JUAN Y SAN SATURIO.
Siguen llorando las nubes
por sus rojos lagrimales,
siguen llorando los cielos,
y sus lágrimas divinas, 
empañando mis cristales.

Los olmos de la alameda 
están, perdiendo sus hojas
y muestran a los viandantes 
sus heridas y sus vergüenzas.
En sus retorcidos troncos
llenos de heridas de guerra 
cada uno de ellos muestran
recuerdos de enamorados 
que son cicatrices tiernas,
de amores del pasado 
que ni ellos ya recuerdan.

Una ráfaga descarada 
desprende la última hoja 
y esta cayó en el Duero 
y se convirtió en canoa
de una rana muy curiosa.

Barquichuelas de las ranas
son las hojas de los olmos 
de la frondosa alameda, 
que acompañan al río Duero 
cuando forma su Ballesta.

Se remansa el río Duero
cuando camina despacio
entre San Juan de Duero
y San Saturio en la piedra.

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