...EL ALBA.
Hoy
al levantarme
y
abrir mi ventana
he
visto a la Aurora
que
se desperezaba
detrás
de una nube
en
lo escarpado
de
una montaña.
Que
linda que era,
esa
luz del Alba,
las
nubes serenas
al
verla se apartan.
Las
nubes la adoran,
ellas
son el séquito
de
la luz del Alba.
Qué
bonita era,
que
clara, que clara
que
cálida su luz,
la
de esta mañana,
todo
lo invadía,
todo
lo llenaba,
es
la alegría
de
cada mañana
Que
serena estaba
el
Alba, el Alba
no tenía prisa
se
movía pausada,
su
gesto indicaba,
que
no quería entrar,
que
solo se asomaba.
Mas,
con su presencia
a
la oscuridad
ella
desterraba.
Se
llevó el silencio,
se
llevó el temor
y
con su fulgor
la
alegría sembraba.
Me
quedé mirando
desde
mi ventana
y
vi con asombro,
la
luz que irradiaba
que
todo lo invadía,
todo
lo aclaraba
y
las negras sombras
a
ella se rendian,
todo
se limpiaba.
Las
nubes primeras
que
la acompañaban,
ahora
son jirones
de
nubes pasadas.
Hoy
he visto llegar
a
la aurora
desde
mi ventana,
llego
cual una reina
tranquila,
serena
bien
acompañada
con
su paso firme,
donde
ella pisaba
dejaba
sus huellas
claras
y diáfanas.
He
vistos llegar a la Aurora
desde
mi ventana,
nacer
un nuevo día,
despertar
el Alba.
Un
nuevo triunfo de la luz
sobre
las tinieblas de la
noche
negra, de la noche larga.
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