QUEJAS.
Sobre corceles de hielo,
cabalgan las mañanas,
sobre arcoíris del cielo
las horas del día pasan.
Luz del día, mañanas diáfanas,
tardes densas, de agonías
que se alargan
cuando tú a mí me faltas.
Las horas son los corceles
que corren,
sobre arenas de las playas,
cuando tú estás a mí lado,
las horas se me resbalan,
como agua de cascada
y, cuando tú te demoras,
cuándo no llegas o faltas,
cuando me dejas muy solo,
cuando te espero y tardas,
las horas son esos ríos
que en los meandros y abras
entregan al mar sus aguas.
El tiempo es tan efímero
cuando tú estás a mí lado,
cuando te miro y me miras,
cuando te hablo y me hablas,
cuando suspiro y suspiras,
cuando acaricio tu piel
y tú la mía repasas.
El tiempo se nos desliza,
como las olas en la playa.
Sobre corceles de hielo,
cabalgan las horas de la noche
que van en busca del alba.
Las horas del día son densas,
el reloj que a ellas les guía
tan despacito camina,
sus segundos son horas
y sus horas son; tan largas,
tan largas, que son; un día.
¿Por qué tú abandonas mi morada
con la tenue luz
del alba de la mañana?
¿Por qué, siempre tú rehúsas
el vivir juntos en mi casa?
Somos, como dos furtivos
acechando la ocasión
para atrapar a la caza.
1 comentario:
Mi querido amigo: Que lindo, que felicidad encontrarte de nuevo y estas escribiendo... Hermoso
Un gran abrazo. Eva
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