ES IMPOSIBLE DECIR ADIOS

Qué difícil es decir adiós cuando uno, 

no quiere jamás dejarlo ir.
Pero más difícil es, cuando su marcha es; 

incomprensible en la realidad de vivir.

Nos dijeron: 

Debéis empezar a despediros de él 

y nosotros no sabíamos ni entendíamos 

el por qué de aquel adiós no querido.
Porque debía de irse, cuando todos 

queríamos el permanecer unidos.
Qué de nuestras vidas fuese, era y es; 

él una parte muy importante.

 
Es imposible decir adiós, 

cuando no quieres que él jamás se marche.
Cuando no entiendes el por qué, 

debe él de nosotros alejarse.
Y tu corazón y tu mente se niegan 

a comprender 

que ese adiós sea para siempre,

para siempre estar sin él.
 
Uno a uno le fuimos diciendo adiós, 

sin saber que ese adiós 

en esa triste ocasión es imposible decir. 

Que en nuestra negación 

y también incomprensión 

lo hace muy difícil de poderlo discernir. 
 
Horas tardamos en intentar aceptar 

que tu marcha fuese una marcha de verdad.
Seguimos sin alcanzar, ni el poder entender

el por qué de tu marcha, el por qué fue.
 
Hace tres meses que te alejaste 

y yo aún busco sin encontrar 

que tu marcha es de verdad.
 
Te busco en mi soledad 

y no te encuentro 

aunque se bien que junto a mi 

tu siempre estás muy atento.

Te busco en mis sueños 

y sí, consigo soñar, 

más cuando quiero abrazarte 

tú en mis sueños no estas.

Te busco yo en mis recuerdos 

y en ellos siempre te tengo 

yo a ti en ellos te hablo 

y tus respuestas no encuentro.
 
Busco recuerdos ya casi olvidados 

y los encarno al momento.
No quiero que se me olviden, 

quiero yo tenerlos frescos.

Cariño no puedo ni quiero yo

olvidar aquel momento,

el momento del adiós 

de ese adiós tan cruento.

Donde quieras que te encuentres

recuerda que te queremos,

que estas siempre con nosotros,

que eres tú nuestro pequeño.

Y como digo a tu hija.

¡David te quiero, te quiero, te quiero...!