GRITA LA PENA EN EL SILENCIO.

La niebla cubre el espacio
que dejaste tú vacío,
no se ve luz que nos guie
por este nuevo camino.

Todo en nosotros es; tristeza,
penas, suspiros y lloros,
ambientes fríos engelantes,
ya no sabemos si ir
hacia atrás o hacia adelante.

Todos son llantos y desconsuelos,
tristezas, penas e incomprensiones,
silencios largos, que no se rompen,
miradas torvas que no pretenden
amenaza alguna y si; sacar las penas
que invaden y llenan los corazones
que lloran y mueren en las sinrazones.

Los días pasan inexorables
un día se va y otro que viene  
que es el heraldo de más temores,
que no son físicos, ni de pasiones.
Son los humores que invaden
las almas los cuerpo los sentimientos
que están enraizados en los corazones.    

 

Grita el silencio cuando se oye
hablar la pena de la impotencia
del desespero y los sinsabores.

 

Él tiempo es, corriente del agua viva
que mueve las muelas de los corazones
que desmenuza el granos de la pena
de la tristeza y los sinsabores.
El tiempo pasa y no alivia estos dolores.
que llenan los trojes de gran cosecha de desconsuelos y de dolores.

 

Solo nos queda ese consuelo
del poder hablar contigo
nunca será un dialogo, si;
un soliloquio oido
que nos llena de esperanza.  

Llorar, lloramos a solas
cuando contigo hablamos,
cuando tú siempre escuchas
y no puedes contestarnos.

Habla con nosotros hijo,
no dudes en ayudarnos,
necesitamos de ti para volver,
volver quizás un día,
volver a ilusionarnos.

 

Te levantamos altares
para que estés muy presente
y poderte encontrar
en el silencio latente,
con solo poder mirar
sabiendo que tú estás
presente, siempre presente.