HABLANDO CON DAVID. 2024-IX

Hoy me pareció verte cruzar 
un semáforo 
de la calle en que vivimos 
y mi corazón dio un salto
para alcanzarte te sigo.
 
Intenté llegar a ti, 
en una esquina cualquiera 
de la calle hacia adelante
por donde creí que tú fueras.
 
Entre los muchos viandantes
tú te me difuminaste. 
No eras tú, estoy seguro,
pues nunca te marcharías
si hubieras sido tú, hijo mío.
 
Mis ansias por encontrarte 
y poder de nuevo acariciarte
y abrazarte 
hace que mi subconsciente 
te vea por todas partes.
 
Yo sé bien que tú hijo mío, 
te fuiste para quedarte 
y allá donde tú te encuentres 
un día yo iré a buscarte.
Espérame hijo mío que sé 

donde yo puedo encontrarte.
 
Mientras que llega ese día 
me conformo con soñarte, 
hablar contigo en el silencio, 
dónde yo puedo encontrarte
También; 

cuando yo sueño despierto

junto a mí, estás al instante.
 
Tú siempre estás en mis recuerdos 
en ellos puedo yo hablarte, 
contarte todas mis cuitas, 
de mis proyectos e ilusiones
yo siempre puedo hablarte.
Y siempre cuando te alejas 
con un abrazo tú partes.

David, cariño, hijo mío,
estate feliz y tranquilo
que te sentimos muy cerca
y siempre estas con nosotros

y nosotros, siempre estamos estamos.