HABLANDO CON DAVID 2024-XXXIV

 

Esta mañana temprano
cuando desperté en mi cama
intente rememorar 
los momentos que a mi alma
cada segundo atenazan.

Recuerdos;
cuando postrado en tu cama
padecías en silenció
aquellos tristes momentos
de aquellas horas tan largas.

Uno a uno ante mí 

van pasando,

como viejos fotogramas
aquellos amargos tragos

que junto a ti yo viví.
Que a un mismo tiempo
son pasado, son futuro,

son realidad en mi vivir.
Se repiten en mi alma cada día

y en mi corazón a cada segundo

de vida.

Momentos;
Que día a día los va,
los va renovando el tiempo.
Momentos que perduran
siempre en los recuerdos
que los hace tan reales
en ese mismo momento
en el que yo, los recuerdo.

Hace ya mucho tiempo,
pero en mi mente, en mi alma, 
en mis triste pensamiento,
cada día los revivo realmente,
y, como aquel día los siento.

Y en mí se enciende la llama
que me abrasa a mí por dentro.
La llama de mi dolor y mi pena
la llama que mantiene viva en mí,
mis recuerdos, hijo mío, tus recuerdos.

Cariño mío, el retoño que dejaste

es ya un tierno pámpano de vid
es, un lindo y espigado sarmiento,
con el que juegan las brisas de primavera
y los vientos que triscan en los barbechos.

Cada día es más risueña,
es un trocito que se escapo de los cielos,
donde habita su padre
que con ella va compartiendo momentos.

Ese trocito de gloria,
ese trocito de cielo
donde dicen que están
los que un día se fueron.
Y desde ese lugar.
su aita vela de ella sus sueños.

David cariño mío, se feliz,
como feliz tú lo eres en mis 
amados recuerdos.
Cuanto te echo de menos.
Cuanto te añoro y te quiero.
Cada cosa que yo toco,
cada cosa que yo veo,
trae hasta mi tus recuerdos.
Como le digo a tu hija.
Te quiero, te quiero, te quiero…