La noche se encerró
en el silencio,
en la mudez y el dolor,
como se cerró la tarde
cuando tú te alejaste
sin decirnos un adiós.
en el silencio,
en la mudez y el dolor,
como se cerró la tarde
cuando tú te alejaste
sin decirnos un adiós.
Grita el silencio en mi alma,
gime, la pena y el dolor.
La tarde se nos marchó
y con su ida llego,
las sombras, su lobreguez,
en las que nunca jamás
la luz en ellas vivió.
gime, la pena y el dolor.
La tarde se nos marchó
y con su ida llego,
las sombras, su lobreguez,
en las que nunca jamás
la luz en ellas vivió.
Cómo alivio yo el dolor,
y la pena de mi derrota.
Tú te fuiste y no volviste
y con tu ida llegaron
el silencio y las sombras
tristezas y desazones
y la pena de mi derrota.
Tú te fuiste y no volviste
y con tu ida llegaron
el silencio y las sombras
tristezas y desazones
y con ellas mi derrota.
Mañana cuando amanezca
y no escuche yo tu voz,
mi alma
se arropará con las sombras
y con dolor y tristeza
mi quebrado corazón.
y no escuche yo tu voz,
mi alma
se arropará con las sombras
y con dolor y tristeza
mi quebrado corazón.
Va pasando el tiempo,
nunca se para el reloj
la hojas de mi almanaque
caen al suelo sin razón.
Pero el dolor no remite
mi pena no encuentra
consuelo ni comprensión.
Es un dolor tan terrible
es una herida que nunca
su tratamiento encontró.
nunca se para el reloj
la hojas de mi almanaque
caen al suelo sin razón.
Pero el dolor no remite
mi pena no encuentra
consuelo ni comprensión.
Es un dolor tan terrible
es una herida que nunca
su tratamiento encontró.
Vuelve a mí, no te descuides
que el tiempo en el reloj
camina con paso firme
no se detiene por nada,
para él;
no existe luna ni sol.
Mañana cuando despierte
quiero yo escuchar tu voz,
quiero verte caminar
por el camino que va,
que va caminando el sol.
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