HABLANDO CON DAVID 2024. XLVI

Todo ocurrió aquella tarde de octubre…
 
Aquella tarde se hizo noche,
la noche fue tan solo oscuridad,
la alegría se nos tornó en tristeza,
la paz nunca más volvió a estar,
la felicidad se volvió dolor y pena,
la risa en un llanto sin igual.

Todo cambio en un instante 

y todo a la vez, nunca jamás fue igual. 
Todo cambió; el bien por mal.

Desde que te fuiste David cariño.
Nuestras almas y nuestros corazones
no dejan de llorar y de sangrar.

No encontramos ya consuelo 
para el dolor y la pena

que en nosotros moran ya.

No nos ha vuelto a visitar 
la alegría, 

de mirar hacia el futuro,

somos incapaz de pensar. 

Desde aquella triste tarde 
no encontrar la paz.

Cuando salimos de casa a caminar
miramos siempre hacia adelante 
por ver si te podemos hallar.
Mas, solo vemos a gente sola

que unos vienen y otros van 
muchos sin saber dónde están.

Cuando caminamos solos 
siempre miramos hacia atrás
por ver si tú en silencio 
siguiendo nuestros pasos vas.

Y solo vemos sombras negras
y huellas de nuestro errar.

Desde que tú marchaste 

ya no ha vuelto la alegría 

a visitar nuestro hogar.

Tan solo se cuela un rayo de luz,
un resquicio de esperanza 
y un atisbo de felicidad.
Si ella está en nuestro hogar.

Gracias hijo mío del alma 

por dejarnos
este trocito de alegría de verdad, 

ella el futuro en nosotros

ha vuelto a enraizar.
Ese cachito de cielo 

a quien querer y amar.
Ella ha sembrado en nosotros
las ganas, para a esta vida amar.