HABLANDO CON DAVID 2024. XLVII

Hola David; de nuevo aquí contigo 
quiero yo hoy hablarte de
como son los momentos
en los que hoy vivimos.

Somos, como aquellos peregrinos
que un día con ellos

fuimos andando caminos.
Aquellos que salen de su casa un día
y se adentraron en el camino 
sin saber por qué ellos caminaban 
ni cuál era su destino.

Y así, de esta manera 
desde que tú te marchaste, 
es este el triste momento 

en el que, nosotros vivimos.

No sé bien porqué seguimos, 
porqué hoy seguimos en el camino, 
si carecemos de una meta, 
si, ignoramos cual será nuestro destino.

Sin ni siquiera hoy tenemos

carecemos de un motivo
por el cual seguir andando.
De todo ello carecemos 

desde que tú te has ido.

Caminamos por un desierto, 
y no buscando un oasis 
que nos de sombra y cobijo
para poder descansar

no deseamos cobijo; buscamos. 

Buscamos un espejismo 
en el que poder estar,
todos muy juntos, muy juntos. 

Nuestros días son muy largos 
la ilusión se alejó un día sin más.
No deseamos las noches,
si contigo no logramos soñar.

Y esas noches de insomnio
son; para nosotros un suplicio
en el que no queremos estar. 

Tu madre y yo solo esperamos
que llegue el viernes ansiado.
Tú siempre estas con nosotros
aunque no siempre te sintamos,

que te encuentras a nuestro lado.
Tu hija tan bonita nos tiene
embelesados

es a ella; a la que nos aferramos.

Te queremos hijo mío,
te queremos, te soñamos,

te extrañamos, te añoramos...
Y aunque pase todo el tiempo
tú estarás siempre en nosotros

en nuestros doloridos corazones, 

en nuestras almas sufrientes.

Y en nuestros pensamientos
siempre tú estás presente.