El tiempo no se lleva
el dolor,
ni tampoco anestesia las penas,
el tiempo encubre el sufrimiento
el tiempo encubre el sufrimiento
y a veces hasta los vela.
Aunque las penas y el dolor
Aunque las penas y el dolor
en los corazones sufrientes
por siempre en ellos imperan.
David;
el tiempo
pasa, él no se detiene,
no mira hacia atrás ni se entretiene.
Al tiempo nada le apena,
nada le
duele, por nada sufre...
El tiempo es estanco
en él tiempo, nada interfiere.
El tiempo no tiene en cuenta
a los que las penas y el dolor
aprisionan sus almas y corazones.
El dolor y las penas se hacen perennes.
Hoy siento más dolor que
ayer
y menos que el sentire mañana.
Si ayer, en mi cara
las penas se dibujaban,
hoy esas penas y dolores
se esconden y se ocultan
en los surcos de mi cara.
En mi íntimo interior
y en mi corazón que llora
ellos han tomado posesión
y nunca, mi corazón abandonan.
Hoy el dolor y las penas
en mi cara se enmascaran
pero lo que siento yo
mi corazón y mi alma lastran
y junto al dolor y las penas,
mi tiempo pasa y pasa.
David, hijo mío del alma
hace un tiempo que te fuiste
pero el tiempo no alivia mi dolor
y mis penas, jamás pasan.
Te queremos te añoramos,
te soñamos, te extrañamos...
y junto a nosotros tu espíritu,
con el caminar de tiempo avanza.
Mientras el dolor y las penas
cual muérdago han parasitado
nuestros corazones y almas.
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