Eres el roció cristalino
que cada día amanece
yaciendo sobre las hojas
de caducifolios robles
con los colores cetrinos
de ese otoño que ya viene,
que dice que ya ha llegado
y en el ambiente se esconde.
Eres la luz que se quiebra
en la tarde que se esconde
siguiendo al sol que se marcha
vas borrando el horizonte.
Eres nuestro sueño y vida,
lo que nuestra pena alivia
y con solo el recordarte
nuestro dolor se suaviza.
El no poder abrazarte,
ni dejarte
en tu piel una caricia
solo en el subconsciente
es donde,
tu luz nos alumbra.
Eres luz de nuestras noches
y en nuestros recuerdos vives
en ellos, te podemos contemplar,
te podemos abrazar
dejándote nuestra más tiernas caricias.
Esta es la realidad
en que vivimos, nuestras vidas.
David tú te fuiste para siempre
pero tú en nosotros vives.
Te queremos, te sentimos, te tenemos...
En nosotros tú pervives.
Eres el roció cristalino
que cada día amanece
yaciendo sobre las hojas
de caducifolios robles
con los colores cetrinos
de ese otoño que ya viene,
que dice que ya ha llegado
y en el ambiente se esconde.
Eres la luz que se quiebra
en la tarde que se esconde
siguiendo al sol que se marcha
vas borrando el horizonte.
en la tarde que se esconde
siguiendo al sol que se marcha
vas borrando el horizonte.
Eres nuestro sueño y vida,
lo que nuestra pena alivia
y con solo el recordarte
nuestro dolor se suaviza.
El no poder abrazarte,
ni dejarte
en tu piel una caricia
solo en el subconsciente
es donde,
tu luz nos alumbra.
ni dejarte
en tu piel una caricia
solo en el subconsciente
es donde,
tu luz nos alumbra.
Eres luz de nuestras noches
y en nuestros recuerdos vives
en ellos, te podemos contemplar,
te podemos abrazar
dejándote nuestra más tiernas caricias.
Esta es la realidad
en que vivimos, nuestras vidas.
David tú te fuiste para siempre
pero tú en nosotros vives.
Te queremos, te sentimos, te tenemos...
En nosotros tú pervives.
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