Hola cariño, mi niñito del
alma,
que largo son ésos días
en que todo en nuestra casa
es serenidad y calma.
que largo son ésos días
en que todo en nuestra casa
es serenidad y calma.
Aún ella no se ha ido
y ya notamos su falta.
Escuchamos el eco de su sonrisa,
reverberar sus palabras
por los rincones de casa.
Ella es nuestra ilusión,
nuestra alegría del alma
la que cura las heridas
por donde las penas sangran.
Ella es nuestro consuelo
el elíxir que todo cura y lo sana.
Cuando está con nosotros
ambos; estáis en la casa.
el elíxir que todo cura y lo sana.
Cuando está con nosotros
ambos; estáis en la casa.
Las penas son menos penas
se ve que retoña la esperanza.
Qué grande es la alegría
de que se escuchen en la casa
las risas, su alegría
que de su felicidad emanan.
Su farfullar cuando habla
con su boquita tan linda
que remacha mis palabras.
con su boquita tan linda
que remacha mis palabras.
David cariño:
Su sonrisa es tu sonrisa,
su cara es tu linda cara
y sus gestos son tus gestos,
sus caricias tus caricias
que tanto echamos en falta.
Mañana cuando despierte
y el sol me dé en la cara
daré yo gracias al cielo
pues aunque tú te marchaste,
dolor que llevo en mi alma,
un consuelo nos dejaste
que tanto nos hace falta.
un consuelo nos dejaste
que tanto nos hace falta.
Cariño mío, hijo mío de mi alma
cuanto noto yo tu ausencia,
cuanto mi corazón sangra,
el supurar de mis ulceras
mis heridas y mis llagas
de este dolor que me amarga.
Para este gran dolor
tan solo hay; un remedio
que lo alivia y aplaca.
Es qué tu hija de alma,
reine en nuestra morada.
que lo alivia y aplaca.
Es qué tu hija de alma,
reine en nuestra morada.
Para que nuestras almas
encuentren la paz y la calma
ese trocito de ti ha de llenar
con su sonrisa, su alegría,
sus palabras,
cada rincón de mi casa.
Ella es nuestra única ilusión
es; toda nuestra esperanza
desde el día de tu marcha.


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