Hola David, ¿Cómo estás,
dónde te has ido?
Te llamo y no me contestas
Te llamo y no me contestas
si yo no estoy dormido.
Yo me encuentro en la
caverna
donde estoy solo y perdido
donde estoy solo y perdido
y grito para llamarte
y tan solo me responde
y tan solo me responde
el eco que allí se esconde
mi porfiado enemigo.
Este lugar es oscuro, negro,
como es la pena mía
en él reina el silencio
en él reina el silencio
y a veces este se rompe
con una gota de lluvia qué,
desde el techo se suicida.
La
caverna donde habito
es
donde hago mi vida.
Te busco y no te encuentro,
solo busco una salida.
Te busco y no te encuentro,
solo busco una salida.
Y si
al final de un sendero
hasta mi llega la brisa
con ella llega la luz
hasta mi llega la brisa
con ella llega la luz
esa luz clara del día
Sé que hay una esperanza,
que si hay luz siempre habrá,
esperanza y alegría.
Vivo errante;
busco
la luz que me guía
para encontrar la
salida,
que me lleve
donde yo quiero encontrarme
contigo en el día a día.
Y no solo cuándo duermo
si tú en mi sueño habitas.
David, cuando
te llamo,
contéstame hijo mío,
no dejes,
que solo responda el eco,
pues él tan solo contesta,
repitiendo lo que quiero.
contéstame hijo mío,
no dejes,
que solo responda el eco,
pues él tan solo contesta,
repitiendo lo que quiero.
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