HABLANDO CON DAVID 2025-XVII

Hola cariño mío. 

¿Cómo te encuentras?
En esa tu nueva vida 

que dicen que hay después
de nuestra última ruta 

que nos llevará a lo ignoto. 

Camino desconocido 

del que solo hay inicio, 

rodeado de ignorancia y temor.

Pero nunca jamás de dudas.
 
A nosotros nos invade el dolor, 

las penas, el temor…
Mientras con ilusión contemplamos 
el empezar del vivir, del crecer 

del integrarse en la vida. 
Ese tu lindo retoño generador,

de nuestro valor y esperanzas 

de nuestra fuerza y tesón,

para hacer frente a esta nueva vida

que desde ese momento 

nos invade y nos domina.

 
Ella es quien alivia nuestras penas 

y nos da la valentía 
para hacer frente al dolor 

y a esa gran apatía  
que invadió nuestros corazones 

por tú temprana partida.
 
He contemplado los valles llenos 
de lindas y silvestres florecillas 
que cubren prados y campos,
las laderas de los montes
de color y de alegría 

con esas flores silvestres
que tienen tan corta vida

y derraman, el color y la alegría.
 
Me he acercado a los ríos, 

los arroyos, los regatos 

y pequeñas escorrentías  
donde contemplo en soledad 

y en mi silencio
el agua que corre alegre cantando 
y mientras canta ella ríe

porque está llena de vida.

Y en su monótono andar
la alegría y la vida va esparciendo.

Cariño mío; tu hija es la primavera

que se implantó en nuestras vidas

cuando tú sin quererlo nos dejaste.
Ella es, nuestra alegría y nos da vida.

Una vida que se extingue

siempre germina en otra vida.