Hola
David, cariño mío.
Hay mucha gente que
intentan consolarnos
en estos momentos
intentan consolarnos
en estos momentos
de nuestra vida
con mucho cariño,
con mucho cariño,
con buena intención
y frases manidas.
“Que
no debemos llorar
por
aquellos que han partido.
Que debemos dar las gracias
por
el tiempo
qué
con ellos hemos vivido”.
Te
dicen muy a menudo;
El
tiempo todo lo cura.
Que
el pasar de las horas
torna
el tormento a paz
y
restaña las heridas.
Y
en verdad tienen razón,
lo que esto nos predica.
Pero en nuestros corazones
tan solo hay pena y dolor
carente están de ilusiones.
Tienen;
sus cicatrices muy henchidas
que ni el paso de los días
pueden curar las heridas.
lo que esto nos predica.
Pero en nuestros corazones
tan solo hay pena y dolor
carente están de ilusiones.
Tienen;
sus cicatrices muy henchidas
que ni el paso de los días
pueden curar las heridas.
Los corazones están henchidos
de tristezas y de penas
escritas en los renglones:
de cicatrices queloides
que encarcelan alegrías
y silencian ilusiones.
de tristezas y de penas
escritas en los renglones:
de cicatrices queloides
que encarcelan alegrías
y silencian ilusiones.
David
cariño mío:
Desde aquel terrible día
de tu obligada partida.
Nuestros corazones lloran
porque el pasar del tiempo
esta pena no la alivia
Desde aquel terrible día
de tu obligada partida.
Nuestros corazones lloran
porque el pasar del tiempo
esta pena no la alivia
ni el dolor el tiempo ignora.
David
te queremos, te añoramos…
Nunca
jamás te olvidamos,
con
nosotros siempre estás,
siempre vas de nuestra mano.
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