HABLANDO CON DAVID. 2025-XX

Hola pequeño, cómo te va 
en ese ignoto lugar donde estas.  
Ese que hoy es tu casa, hijo mío;
Ese que para nosotros hoy, cariño. 

Es un vedado lugar.
 
Queremos creer que ese lugar
en verdad existe y que en él
esperándonos tú estarás.
 
Hoy un día más, cariño mío, (*)

he recorrido senderos y caminos 

que tenía casi olvidados.

Senderos y caminos que muchas tardes, 

en soledad recorrí 

siempre yo pensando ti.
cuando tú sufrías y en silencio vivías 

esa enfermedad ingrata
en la habitación extraña
de un hospital del dolor

donde la esperanza aún reinaba.

 
He recogido las lágrimas
que en soledad yo había derramado 

cuando aún la esperanzas

caminaba a mi lado.
 
Esta mañana he vuelto a dar
aquellos antiguos pasos

hoy acompañado de la pena, del dolor...
Y he trocado los antiguos pasos 

de la esperanza de aquellas tardes
por los pasos presentes en este día
que son; 

los pasos de un inesperado adiós

que se llevó, toda nuestra alegría.
 
Y he vuelto a mojar este camino,
con las lágrimas de la pena, del dolor...
Ya no queda en mí, ni tan siquiera
el consuelo, la esperanza, la ilusión...

Tan solo nos queda el duelo y el creer

que tú nos estás, esperando en el cielo.

(*) (Por el Covid 19, no podíamos estar más que uno con él en la habitación del hospital y era su amatxu quien con él pasaba las tardes y yo recorría en soledad los montes de los alrededores para calmar mi desesperanza, mi dolor y siempre con el pensamiento en la habitación de aquel hospital. Luego después de que cenara bajaba su ama y yo subía a la habitación y estaba con él hasta que quería intentar dormir. Nunca consintió que nos quedásemos con él por la noche salvo en las noches finales)