Hola
mi pequeño,
un día más hablo contigo
o por lo menos lo intento.
Un
día más el tiempo pasa
y aún yo lo creo sueño.
Que esto que nos pasó es solo,
tan solo un maldito sueño.
Tan solo una cruel
pesadilla
de la que nunca despierto.
Contemplamos
con cariño,
con ilusión con anhelo,
como crece tu pequeña
a la que tanto queremos.
Ella
crece en todos los sentidos
y nosotros crecer a ella la vemos
con una gran ilusión, con mucho amor
también con temor y miedo.
!Claro
que sí¡
Que la hablamos de ti cariño mío.
De quien es y fue su aita (padre en euskera).
de tus muchas ilusiones,
de tu gran amor por ella
de tus muchos, muchos sueños
que nunca realidad fueron.
Pero
nos faltan palabras
cuando ella nos pregunta por ti,
mi amor, por ti mi cielo.
No
queremos engañarla,
pero tampoco sabemos,
cómo poder explicarle
que tú, estás junto a ella
y que vives en su corazón
y en todos los recuerdos.
Que su corazón es el hogar de su aita,
también su casa y su “cielo”.
Le
decimos que te has ido
y que tú junto a ella estás
aunque ella no te vea,
vives, en su tierno corazón
donde crece la ilusión,
dónde todo es alegría
felicidad y es amor.
Ella de esta manera lo dice.
Aita vive en mi bihotza (corazón en euskera)
y yo ahí siempre lo encuentro .
Pero tu linda pequeña
descubrirá con el tiempo
que su familia es distinta
y que esto no es un sueño.
Cariño
tú eres para todos nosotros.
Eres
de la noche su día,
y del día su alborada.
que con sus luces se lleva
todos los malos humores
de esas noches tan largas
en que intentamos soñarte
y los
sueños se escapan.
Amor mío, David cariño.
cuanto te echamos en falta.
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