HABLANDO CON DAVID, 2025-XXXVII

Era el tiempo ya pasado
que se desliza en silencio
como lo hace el humo
donde dormitan mis sueños.
 
Era el silencio maldito
que en mis sueños se ha ocultado
que mató mis ilusiones 
y mis sueños obnubilados,

porqué dormir ya no puedo

y de soñar me he olvidado.
 
Fue el silencio y el tiempo
las losas que aplastaron
las ilusiones perdidas,
ilusiones olvidadas 

que en los sueños vivían 

mientras soñar aún podían. 

 
Hace ya casi dos años
que dejamos de soñar,
porque los sueños furtivos
no nos quieren visitar.
 
Mañana cuando yo duerma
intentaré yo soñar 
si los sueños olvidados 

los puedo yo alcanzar. 
 
Las penas que hoy llevamos,

dentro de los corazones

son las penas que mataron

todas nuestras ilusiones.

El dolor que nos traspasa,

nuestras almas doloridas

es el dolor que nos quita

todas nuestras alegrías.

Las lágrimas que derraman
nuestros ojos cada día son; 

nuestras tristes compañía.

David, desde el día que marchaste

esta es, nuestra rutina de vida

hasta que muestro hogar entra

la inocencia hecha alegría, 

que nos renueva la vida.