HABLANDO CON DAVID 2025-XXXVI

Hola David cariño:
Los arboles de la alameda
por donde cada día paso
cambian de color sus hojas
cada día y sin retraso.

Sus hojas cubren el suelo
cual alfombras a mi paso
y entre sus ramas contemplo
donde vivían los pájaros.
Aves; que hace tiempo emigraron.

Marcharon hacia otras tierras 

cruzando extensos charcos
para vivir la bonanza de climas,
que les tienen reservados.

Es otoño, los otoños melancólicos
que anuncian cielos opacos
que ya están esperando,

inviernos que traerán frío

lluvias, nieblas, vientos a troncos.

nieves, que pintan de blanco 

los solitarios campos.

Los otoños son nostálgicos,
llegan después de un verano largo
Y nos preparan para el frio,
nieblas, vientos, noches largas

y el silencio en los campos.
Inviernos tristes, melancólicos, 

eternos, urbanitas o del agro.

David; 

nosotros hace un tiempo 

que vivimos 

en un permanente otoño.

Otoños nostálgicos, melancólicos

silenciosos, tristes, opacos. 

Tristes son nuestros días
que se encuentran a caballo
entre un otoño triste y nostálgico

Y la mirada triste, las gélidas caricias

de un invierno permanente 

que en el silencio que acecha,

eternamente esperando.

Algunas veces aparece 

un rayo de luz muy cálido, 

alegre que a nuestra casa llega

cual brisa fresca en verano.

Rayo de luz que ilumina 

nuestras vidas nos

tranquiliza y nos lleva de la mano.

David, cariño; 

entre tanta nostalgia y tristeza 

ese rayo de luz trae en el mismo 

la alegría que de nuestras vidas 

por unos días ahuyenta, 

Las penas, el dolor y las tristezas.