Hola mi amor:
ya pasó el segundo aniversario
de tu temprana partida
que nos dejó tan vacíos
sin esperanzas en la vida.
Una vez más hijo mío,
tú fuiste el adalid
que a la familia nos guía,
eres tú ese eslabón
que hace firme la cadena
que une a la familia
en el llanto, en las penas y el
dolor,
también en las alegrías.
Una vez más hijo mío
la familia se reunía
y juntos de ti hablamos,
juntos, rememoramos tu vida,
juntos, lloramos tu ausencia,
como hacemos día a día.
la familia se reunía
y juntos de ti hablamos,
juntos, rememoramos tu vida,
juntos, lloramos tu ausencia,
como hacemos día a día.
Día uno de Noviembre
otra fecha tan querida,
es el día en que tu madre
celebra el día de su venida.
otra fecha tan querida,
es el día en que tu madre
celebra el día de su venida.
Reunidos toda la familia
en torno aquella mesa
en la que tú lo hacías
celebrábamos ese día.
en torno aquella mesa
en la que tú lo hacías
celebrábamos ese día.
En ella, desde que tú te alejaste
una silla quedó vacía.
La miramos en silencio
y nuestros ojos destilan
lágrimas por tu ausencia
que esa silla, a todos
una silla quedó vacía.
La miramos en silencio
y nuestros ojos destilan
lágrimas por tu ausencia
que esa silla, a todos
uno a uno nos lo grita.
Este año David,
la silla no estuvo vacía.
en ella estuvo sentada
tu maravillosa hija.
la silla no estuvo vacía.
en ella estuvo sentada
tu maravillosa hija.
Ella es nuestra alegría,
la que nos llena de amor
la que nos da fuerza
para vivir esta vida
afán para seguir envejeciendo
por ver a ella crecer
convivir siendo feliz,
protegerla, acompañarla
y hablarle de su aita.
Nuestra vida sin ella sería,
la tundra nevada y fría
sin referencia y sin guía.
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