HABLANDO CON DAVID 2024 XIX

Anoche mientras dormía
en sueños yo creí oír
al silencio que lloraba,
mas, cuando yo desperté
mis ojos eran dos fuentes
fuentes de aguas saladas 

que mi rostro inundaban.

Cada noche al dormir,
tus recuerdos me acompañan,
yo quiero, siempre dormir, 
y oírte cuándo me hablas.

Es, en este denso silencio,
donde sé que tú me hablas,
donde dialogo contigo,
donde me escuchas y hablas,
a todo lo que pregunto

tus respuestas no me faltan,
y a mí sí me faltan palabras
para dialogar contigo

y decirte 

lo que peno, lo que lloro

si no te tengo conmigo.

Hace tiempo que hablamos 

en la cama cuando duermo,

yo te llamo y tú respondes

tú me hablas y yo te escucho

en mis sueños yo te tengo

en ellos los dos sentimos

la voz de uno y del otro

que yo tanto necesito.

En la claridad del día 

te tengo siempre a mi lado.

Siempre vas en mis pensamientos

y donde quiera que yo miro

veo tu rostro, tan soñado.

Por las noches,

quiero dormir al momento

para estar contigo en sueños,

eres mi mejor amigo,

eres mi fiel compañero

te necesito a mi lado,

para yo seguir viviendo.

En la claridad del día

en la oscuridad del sueño,

te necesito hijo mío

y en ellos sé que te tengo, 

que te siento, que te escucho,

que te veo. 

Hijo mío de mi vida.

Te quiero, te quiero y quiero.

Eso le digo a tu hija cada vez

que en mis brazos yo la tengo.

Ella me mira a los ojos

con su mirada inocente,

sabe bien lo que le digo

sabe bien que ella es; 

nuestros cariño y sueños, 

nuestro tesoro de vida.

La queremos, la queremos

ella ilumina él caminó 

que nos alivia el dolor,

y las penas que sentimos 

y nos trae la ilusión

de verla crecer. Cariño.